diciembre 11, 2009

Sin más explicaciones

No voy a justificarme más ante ti ni ante nadie.
Es algo que he hecho durante toda mi vida; desde aquello que pasó hace tantos años, siempre he intentado ser como los demás querían que fuese, siempre intentando agradar, regalando sonrisas a diestro y siniestro.

Hasta que ha llegado el día en el que he comprendido que no necesito sonreír para agradar, que sólo sonreiré cuando realmente se me apetezca.

Que no tengo que ser como los demás quieren sino como realmente soy.

Y eso incluye no tener que dar explicaciones a nadie. Porque cuando das explicaciones, consigues que cualquiera sepa demasiado sobre cosas que no le incumbe, y por tanto, le das todo el "derecho" a opinar sobre tu vida.

Se acabó. Desde ahora se acabó eso de llevar máscaras.
Si hay malentendidos no me importa.

Que haya lo que tenga que haber, al fin y al cabo, yo no soy Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario