octubre 23, 2009

En un cajón

No es mi momento, no lo es...
Así que, por ahora, me niego a abrir la puerta.

Me quedo en mi sitio, en mi cajón, donde no hay más que lazos de sangre y de amor, de verdadero amor.
Por ahora no puedo dejar que entre polvo, ni polvo ni nada ni botones, porque a pesar de que pueden hacerme bien, también pueden hacerme mal.



Y ahora son tiempos turbios en los que es mejor no moverse, encerrarse en el cajón y dejar que el mundo siga, el mundo y sus muñecos.

He de agradeceros cuantísimo me ayudáis con tal aporte de seguridad, porque de no estar ahí, ya habría caído aplastada por el miedo a lo que "hay más allá".



No quiero ser débil, me he cansado, pero tampoco puedo ser fuerte, no tengo esas fuerzas...
Así que por lo pronto me quedo en mi cajón, remendando mis heridas muy lentamente.

Muy muy muy lentamente...

Hasta que vengan días mejores en los que alegrarse por lo nuevo y, quién sabe, si por lo viejo.

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