diciembre 30, 2009

Hay cierto dolor...

Me duele aquí, justo aquí. No sé decir si es el corazón o no, pero me duele en esa zona, en el pecho.
Es un dolor grande, se extiende hasta mis piernas, y a veces siento que no puedo mantenerme en pie siquiera. Es un cansancio emocional que se hace físico.

Ayer no podía dormir. Cuando te acuestas llorando piensas que a la mañana siguiente todo habrá pasado, y que la noche anterior no habrá sido más que un sueño. Pero cuando te acuestas mal, cuando te acuestas llorando, es muy probable que amanezcas igual o peor, con el mundo sobre los hombros y los ánimos bajo el mundo.

No puedo luchar contra esto. Siempre he sido así. No... siempre no, desde aquella vez con 13 añitos, cuando se dan cambios tan importantes para el resto de tu vida. Y desde entonces nunca he sido como realmente soy.

No lo entiendo... No entiendo por qué me hago este daño a mí misma, por qué he querido mantener callada a esa persona que realmente soy.

Se suceden los momentos en los que no quiero vivir, no quiero amanecer cada mañana en este lugar y en esta situación. No salgo de ellos. No acabo de salir de ellos... Quizás si me marchara todo sería diferente, todo cambiaría y podría vivir en paz conmigo misma, pero no tengo valor para tener amigos, cómo voy a tenerlo para hacer tal cosa.

Marcharme sin mirar atrás, fingiendo mi desaparición, no mi muerte, no quiero que lo pasen mal algunas personas. Marcharme a otro país donde nadie conozca mi nombre y empezar de nuevo. Marcharme a un lugar donde pueda ser yo, donde ser yo tenga algún valor para mí y, consecuentemente, para los demás.

Hoy no puedo más...
Pensé que me levantaría mejor y... voy a peor.
No puedo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario