noviembre 08, 2010

Kind of love.

Decir que estás desganada distaría bastante de la realidad en la que te sumerges ahora. Seasons change, así que relájate...

Decir que los sentimientos van y vienen como olas, supondría ser demasiado infiel a la verdad.

Y que te vienes abajo por momentos, como aquel pegote de chocolate que fue a parar a la pared de la cocina y que descendía muy lentamente, muy lentamente, casi a cámara lenta.

Y mientras tanto ves el mundo discurrir tan frenéticamente...

Te sientas cual Reina de los Condenados expectante a que la música de un violín te devuelva a la vida, que ilumine el discurrir de la vida a través de tus venas.


Ésa eres tú.
Ésa que sueña con sentarse en el césped de un enorme parque buscando la fortaleza de la naturaleza entre tanto amasijo de metal.
Ésa que se sienta en un autobús con una soprano amenizando tal "velada", pensando, sintiendo, discurriendo, hasta volver al punto de inicio donde resuena aquella estúpida frase... 

"Cuando confías mucho en un sentimiento, puedes acabar perdiéndolo como arena entre los dedos."

Y tengo miedo. Estoy aterrada.
Ésta eres tú, toda tú, toda tú aterrada.
La que vende sus sentimientos a merced de la disposición del cielo.

"Es duro saber que amas a alguien y no puedes hacerle feliz. Les quieres pero no puedes quererles como ellos quieren ser queridos".

No quiero que se me escape entre las manos.
Quiero saborearlo entre orgías de sentimiento, no, no de sentimiento, de sentir.
Necesito volver a sentir.
Y dime, tú, ¿por qué vuelves a verlo escapar?

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