abril 04, 2011

No es no.

Voy a pararlo. Lo juro.

No sé cómo consigo meterme en el barro hasta las trancas tan rápidamente de forma que ahora es tan doloroso volver a la "normalidad".
¿Obsesión? Llamémoslo así, qué remedio.

Voy a conseguir eliminar cada uno de esos trocitos que me infectan "la patata" (gracias a cierta personilla por recordarme esa expresión; me encanta). Esto no me va a hacer ningún bien, y mucho menos en los tiempos que corren, cuando tengo tantos sueños por los que luchar y tantos resquicios de mi alma a los que aún no he llegado.

Tú no eres para mí.
Ahora me preparo para el borrado absoluto que comenzará en unos días, cuando lo recupere. Ahí enterraré lo que siento por ti, lo poquito que siento por ti que, sinceramente, se me está empezando a hacer un poco molesto... (por no decir ningún palabro).

NO.
(A veces ese "no" tiene que venir de una, qué le vamos a hacer...).

1 comentario:

  1. Qué dificil resulta a veces decir No
    Mata por dentro una segunda voz que te pide que no lo hagas, que esperes... que lo pierdas todo y a todos en pos de una esperanza vana que no hace más que consumir los dias.

    Dile no, no hagas caso a la voz que te promete aquello que solo se puede cumplir en realidades alternativas, di que si a tu vida y tus metas.

    Ayúdate de aquel consejo de Lemmy Kilmister

    ResponderEliminar