Otro día más...

Hoy no es mi día. Lleva ya varios días que no lo son, por no decir casi 2 semanas. Y ya no sé qué hacer.

Soy incapaz de realizar mis tareas diarias; 2 horas de música, 2 horas de inglés: todo a la basura.
Evito salir de casa; cuando estoy mal no soporto el contacto humano (odio a mis vecinos) ni la ciudad en la que vivo. No hacen más que recordarme cuán atrapada me siento aquí, sin poder disfrutar de mi mudanza al extranjero, de mi abanico de posibilidades allá fuera; me recuerdan cuantísimo me costaba entablar conversaciones, relacionarme con la gente, ser una persona con todos los extras.
Sé que mi sueño empieza oficialmente el curso que viene, voy a ir a por ello, ya estoy yendo a por ello. Pero mientras, no puedo cruzarme de brazos y esperar.

Me asfixia esta situación. Mi cuerpo no responde, mi mente me sabotea todo lo que quiere y más.
Si por mí fuera, me tumbaría a ver películas mientras me hincho de porquerías varias.

¿Qué me está pasando?

Siento cómo voy volviendo a mi pasado, aquel en el que prefería dejar de respirar porque hasta eso se había vuelto una tarea casi imposible.

¿Dónde está mi ilusión por vivir? ¿Mi ilusión por aprender idiomas? ¿Mi ilusión por charlar con la gente? ¿Mi ilusión por leer un libro? ¿Mi ilusión por ver la misma serie todas las noches? ¿Mi ilusión por ver salir el sol cada mañana? ¿Mi ilusión por conocer gente nueva? ¿Mi ilusión por querer tener un grupo de verdad? ¿Mi ilusión por cantar? ¿Mi ilusión por perseguir mi sueño? ¿Mi ilusión por salir de aquí y empezar a realizar ese sueño?

¿Dónde está todo eso? ¿Por qué se desvanece entre mis dedos con cada nuevo día?
Y yo sin poder hacer nada, sin poder frenar toda esta locura.

Y da igual que pida auxilio. Esto es cosa mía. Esto depende de mí. Soy yo la que tiene que recuperar esas ilusiones, la que tiene que ser positiva y volver a ilusionarse con cualquier nimiedad; ¡como aquella cancioncilla para niños!

Que no dure mucho esto, por favor. Que ya no puedo más. Que estoy cansada de sufrir de esta manera.