Vagaba sola, perdida, con los pies de madera y un corazón de cartón.
Si este desmesurado viento se llevara sus pecados, la hiciera sentir vacía, limpia, viva otra vez.
Desgarrar. Vive a favor de la marea.
Grita si aún te queda voz. Te abriré la garganta, te arrancaré el alma.
Si pudiera ahogarse en el océano, dejar de nadar y caer con todo el peso de una vida maldita.
Nadie la oye. Nadie
Te veo. Veo tu luz.
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