febrero 03, 2010

Yo y no tú

Estos son mis cinco sentidos. Son cinco, y los he puesto a tu entera disposición.




Durante estos últimos años, desde que cumplí los 13 y tuve mi primer encuentro con la verdadera soledad, te he dedicado cada una de mis sonrisas.



He sonreido porque sabía que te gustaba, que si decías una estupidez mi sonrisa sería el único colchón que evitaría alguna que otra sonrojez en tus mejillas; he sonreído para que fueras consciente de que tus comentarios graciosos provocaban sonrisas; he sonreido para estar presente, para que todo el mundo oyera, aun de lejos, una sonrisa de alguien que está presente en el mundo.



Durante todos estos años he mirado hacia ti, me he mirado en un espejo y lo único que he sido capaz de vislumbrar ha sido tu reflejo allá donde el mío había de estar.



Sólo me he acordado de mí cuando he estado triste, cuando tú no has querido compartir ese tipo de momentos conmigo, cuando has preferido buscar sonrisas fáciles como la mía, que se hallaba perdida en el más allá de mi inseguridad, mi baja autoestima y, en definitiva, mis eternos complejos.



Y ahora, por fin, he escuchado todo lo que mi mejor amiga me ha repetido en incontables ocasiones. He dejado de sonreír por ti para sonreír por mí, para sonreír tan sólo cuando realmente lo desee, cuando algo sea gracioso de verdad o agradable.



Porque he aprendido que jamás apreciabas mis sonrisas. Las engullías una tras otra sin llegar a saborearlas lentamente, como debería de ser.



Ahora, gracias a aquella por la que hoy estoy aquí, respirando, he aprendido que no hay motivos para estar triste, y que, en el caso de no poder evitar estarlo, tan sólo hay que buscar los motivos necesarios para alejar la tristeza en mi propia existencia, en la lucha constante que, día tras día, me va haciendo un poquito más fuerte, menos indefensa ante el mundo.



Vivir merece la pena siempre que sea amiga de mí misma, y no mi enemiga...

Vivir es fácil siempre que esté todas a una conmigo misma, pues soy quien soy, lo soy, lo he sido, y lo seré.

Y ya va siendo hora de aceptar eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario